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Dilema ético

Publicado por Telma, 10 de Abril , 2016, 01:30:16

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Telma

Hola a todos,

Un gatito callejero al que alimento en la puerta de mi casa está enfermo. No sé qué tiene, pero su pelaje no se ve bien y ha bajado mucho de peso. No come bien, a pesar de que le cambio la comida para tratar de motivarlo. Por mi experiencia con otros amigos felinos que se han ido deteriorando, temo muchísimo que tenga leucemia o inmunodeficiencia felina. Vittorio (así lo llamamos, y él lo sabe) ha despertado en mí el gran dilema ético, una vez más: qué hago?
Lo mimo, le doy de comer, le di un antipulgas...Lo llevo al veterinario? Es acá donde me trabo. Porque si resulta que tiene algo grave, de lo cual no se va a recuperar, decido la eutanasia, o asisto a su progresivo deterioro y sufrimiento? El, qué querría hacer con su vida? Qué quisiera que yo haga por él?

Y si no fuera algo tan grave, pero implicara darle medicación, cómo haría para ayudarlo, siendo que no puedo asegurar verlo para darle sus medicamentos, o que tal vez ni siquiera pueda dárselos?

Sé que lo ideal sería tenerlo en casa y cuidarlo, hasta que se mejore o la naturaleza decida por mí. Pero no puedo, y créanme que no es por no querer.

Y entonces entro en una espiral de pensamientos; recuerdo a Fiadone, de quien decidí la eutanasia y luego me acosaron las dudas; o a Murrún, a quien, por consejo veterinario y para evitarle un tremendo sufrimiento, tuve que hacerle extraer todos los dientes...O a Simone, que murió en la puerta de mi casa sin que jamás supiera el motivo.

No sé si alguien tiene la respuesta. Yo no sé qué hacer, qué es lo ético, justo, correcto para estos seres que pasan por nuestras vidas como pidiendo ayuda y sobre cuyas vidas tenemos poder. Quién decide cuán valiosa es la vida de cada uno de ellos, aún estando enfermos o sufriendo?

Cada vez que encuentro a Vittorio, pienso que lo tengo que llevar al veterinario. Y después me asaltan todas las preguntas.

Dra. Graciela

Hola Telma!

Yo no tengo la respuesta... Te iba a decir que anotaras en una hoja de papel dividida en dos columnas las razones a favor y las razones en contra de involucrarte con Vittorio y que finalmente trazaras un límite ... pero sabiendo muy bien que las decisiones se toman con el corazón y no con la cabeza, también me pregunto cuál sería la real utilidad de semejante ejercicio.

¿Quién decide cuán valiosa es la vida de cada uno de ellos, aún estando enfermos o sufriendo?
Muy buena pregunta. Personalmente, creo que toda vida es invaluable. Así también creo que no tenemos poder sobre ellas - ni tampoco sobre las nuestras propias. Sería bastante largo de explicar esta postura, baste decir que entiendo lo que decís, ya que muchas veces debemos decidir por ellos. Pero para mí es un poder aparente, porque aún cuando deseemos fervientemente conservar una vida hay muchas veces que no podemos salvarla o conservarla. No podemos, no se puede. No tenemos el poder que creíamos tener. Y lo mismo pasa con respecto a nuestra propia vida. Es nuestra vida, pero hay tantas veces que no podemos decidir sobre ella!

Para mí, la Vida es algo tan grande, un don tan precioso, tan fuerte y tan frágil a la vez, tan presente y tan intangible, que es un paradoja... Es tan cierto que todos merecemos vivir, como que no merecemos (no hicimos nada para merecerlo) decidir sobre la Vida. Y sin embargo... aquí estamos, tomando decisiones que afectan directa o indirectamente la vida de los demás y también la nuestra. Planteándonos cuándo es lícito y cuándo no decidir sobre los otros (y aquí no hablo solo de los animalitos, sino también sobre la pena de muerte, aborto, eutanasia, etc., etc...).

Como te dije, es medio largo. Será que vivir en el campo me forzó a cierto grado de humildad a través de los límites impuestos a mis ganas de "poder".
Pero qué lindo que sacaste el tema, aunque tenga un tinte un tanto filosófico :) .



Telma

Hola Graciela!

Gracias por tus reflexiones. Es sin dudas un tema filosófico.  La cosa se complica cuando es un gatito que vive en la calle y no podemos tener en casa, porque, más allá de lo limitado de nuestro poder sobre sus vidas, es muy difícil seguir un tratamiento para intentar darles otra oporutnidad.

Tal vez debería intentarlo, confiando en que no sea nada grave...Y si es FIV o FeLV positivo, lo miro mientras se va apagando...?  :(
Tal vez lo más difícil de todo sea tolerar nuestro sufrimiento ante el sufrimiento de ellos.

Un besote.

Dra. Graciela

Efectivamente, lo más difícil es tolerar nuestro propio sufrimiento ante el de ellos.

La innumerables veces que buenos vecinos me llamaron para atender animalitos que estaban en la calle, ya sea enfermos, atropellados o heridos, siempre insistí en que el 90% de la curación consistía en conseguirles un dueño, ya que estando en la calle es sumamente difícil hacer un seguimiento/tratamiento. Tal vez esa también sea la solución para Vittorio. Cuando uno ya no puede hacerse cargo, pero aún así se siente en la necesidad de hacer algo, una posibilidad es convertirse en canal para la adopción.
Tal vez dando a conocer su situación alguien se interese en adoptarlo?

Un beso!
  :-*

Telma

Ay, sí, Graciela, cómo duele verlos sufrir! Esa carita con que te miran como pidiendo ayuda!  :(

Lamentablemente, no creo que nadie quiera adoptar a Vittorio, se lo ve en mal estado general, su pelaje no está bien, y está muy adelgazado. Tendría que ser un loco como yo, con mucho dinero, mucho tiempo y nadie en su casa que se opusiera... ???

Creo que un día juntaré coraje y lo llevaré al veterinario. Mis preguntas éticas siguen...lo veo tan flaquito como estaba mi Chantunette el último tiempo, un mal indicio...Tal vez tenga una vez más que decidir por un animalito como decidiría por mí misma en esa situación...Lamentablemente no puedo hablarlo con ellos!

Un besote.

Dra. Graciela

 Qué pena que nadie quiera adoptarlo! Te hice el comentario porque últimamente, aquí en Argentina, hay muchos grupos de proteccionistas organizados por medio de las redes sociales y realmente logran sorprenderme. Siempre hay quien se sensibiliza y adopta animales viejitos, algunos inválidos... Por otro lado, tambén es cierto, no quiere decir que todos los animalitos logren ser adoptados. Se me hacía que en USA también existirían iniciativas similares.

Si te armás de coraje para llevarlo al veterinario, tené en cuenta que es muy difícil, si no imposible, involucrarse a medias (o de manera limitada) con un animal. Por tu propia protección emocional es mejor que ya lleves fríamente calculado un plan de acción adelantándote a las alternativas: "Si resulta A hago B, y si resulta C hago D" y que te ajustes al mismo para no torturarte luego con decisiones difíciles. También planteate un límite a lo que puedas gastar en él y comentáselo al veterinario, porque él deberá también tener en cuenta en sus recomendaciones y solicitud de estudios la situación de Vittorio.

Un besote!
  :-*

Telma

Ay Graciela, me es totalmente imposible involucrarme a medias con un animal! Por eso me hago estos planteos! Muchas gracias por pensar en mi parte emocional, me conocés muy bien!
Acá hay muchísimos grupos que en teoría ayudan a gatitos de la calle. Digo "en teoría" porque cuando pedís ayuda siempre te dicen que su capacidad de recibir animales está rebalsada y te piden que lo tengas en tu casa hasta que haya lugar. No es una crítica, entiendo muy bien la situación, pero el tema es que a mí (ni a Vittorio, en este caso) nos resuelve el problema.

Seguiré masticando este tema...si es mejor arriesgarme a tener que decidir una eutanasia en caso de que sea algo grave y/o muy difícil de tratar, o si dejo que la naturaleza siga su curso...bastante cruel a veces, creo...

Un besote.

Telma

Hola Graciela,

Hoy vuelvo a escribir en mi querido Foro con lágrimas en los ojos. Hoy al mediodía, tomé la difícil decisión de practicar eutanasia a Vittorio.

A la mañana, como siempre, lo vi durmiendo plácidamente en el jardín delantero de casa. Cerca de la hora en que tenía que llevarlo, lo llamé, dos veces, me llamó la atención que no viniera con el primer llamado. Pero en vez de ofrecerle una rica comida, lo levanté y lo metí en el transportín. Apenas si se quejó, ni intentó lastimarme. Fue callado casi todo el viaje. Yo no, le fui hablando, tratando de que me entendiera que lo que estaba haciendo era con las mejores intenciones, por más que él no comprendiera.

Ni bien el veterinario lo sacó del transportín, no te puedo explicar cómo se puso. Empezó a correr de pared a pared, casi volando, quería escaparse por un techo que nunca se lo permitiría, corría desesperado de acá para allá. Hasta que el veterinario pudo agarrarlo con una toalla, la toalla con la que yo había cubierto el transportín para que se sintiera un poco más protegido. El veterinario me dijo entonces que debería sedarlo para revisarlo y sacarle sangre.
Lo miré por última vez (no sabía que iba a ser la última, pero qué hubiera podido hacer distinto?) y le pedí que me perdonara.

El plan era testearlo para leucemia y FIV, y según lo que diera, seguir estudiándolo, o no.
El veterinario me llamó al rato y me dijo que había dado positivo para FIV. Pero que, además, tenía una profusa diarrea sanguinolenta. Que si fuera un gatito con un hogar, se lo podría estudiar para descartar parásitos, enfermedad inflamatoria intestinal, tumores...Y que el test había dado un positivo débil, y para confirmarlo había que volver a testearlo en dos semanas. Yo le había dado un antiparasitario hacía tres meses.

Le pregunté si había manera (radiografía, ecografía, etc) de poder decir, aprovechando que estaba sedado si por ejemplo, era un tumor. Entonces le hizo un hematocrito, que dio 20%, o 22%, no recuerdo exactamente.

Es decir, me encontraba con un Vittorio en muy mal estado general, con una diarrea sanguinolenta (que yo desconocía), FIV positivo y aterrorizado por el encierro. Qué podía hacer? Pensé en tenerlo en el garaje de casa (siendo FIV no hubiera podido convivir con Tití y Atila) y darle la atención que necesitara. Pero iba a estar aterrorizado, oliendo nafta (Jerome tiene dos motos que fumigan el garaje...) y encima yo viajo dentro de 10 días, por 3 semanas. Dónde se quedaría en ese tiempo? En una jaulita en la clínica veterinaria...
Y era más que seguro que estaba sufriendo. Por su estado general, por su mal olor, por no dar a basto para higienizarse, y por lo que fuera que le producía el sangrado.

Le pregunté cuál sería el pronóstico si Vittorio fuera un gatito de la casa. Reservado, me contestó.

Entonces, con todo el dolor del alma , y con el dilema ético sin resolver, decidí que lo mejor era aprovechar que ya estaba sedado para proceder al último paso. Me hubiera gustado estar con él, hablarle, mimarlo, y que se fuera así, sintiéndose querido, pero eso hubiera implicado que se despertara, volviera a morirse de miedo, volviera a sentir el pinchazo.

Y así se fue. Lo último que vio en su vida fue el consultorio. Y a mí, "traicionándolo". Ni pudo comer en éste, su último día. No pude decirle adiós, no me quedó ni una foto de él. Sólo una profunda tristeza de haber elegido su muerte como opción menos mala, y la tremenda responsabilidad de haber decidido por su vida.

Vittorio tendrá para siempre un lugar en mi corazón, pese a no haber sido parte de mi familia. Será siempre parte de lo que soy, del dolor por cada animalito fallecido que siento como en carne viva por  mucho tiempo.

Perdoname, Vittorio, si hubieras elegido otro camino.

Graciela, gracias por leer mi larguísimo mensaje. Me hace bien poner mi dolor en palabras.
Un besote.

Dra. Graciela

Lo siento mucho, Telma. Ya no sufre más.
Un beso grandote.
:-*

Telma

Sí, ése es mi único consuelo, Graciela. Desde que murió, llueve mucho todos los días. Pensé que se había salvado de eso; cuando llovía, se quedaba en algún lugarcito al abrigo del agua y no venía a comer. Y yo sufría pesando que estaba enfermo, flaco y encima sin comer  :(
Un besote.